Una oportunidad frente a las dificultades
Los difíciles sucesos del año provocaron que muchas personas tengan que alejarse con la finalidad de reencontrarse cuando todo mejore. Sin embargo, eso no significaba que la distancia sea un impedimento para seguir compartiendo momentos.
Las reuniones sociales nocturnas se convirtieron en llamadas a larga distancia, representadas a través de proyecciones de nosotros mismos en una pantalla, que aunque no se pueda sentir el calor del otro en el mismo lugar, sí se puede disfrutar de la compañía y de los chistes en códigos que un mismo grupo sabe entender.
Las clases, entretenidas para muchos y pesadas para otros, ahora eran parte de nuestro hogar. El computador, la laptop, o cualquier dispositivo con conexión a internet se volvió nuestro mejor amigo para asistir a los salones virtuales donde los profesores se esforzaban por educarnos de la mejor manera.
Y, para mí, los juegos se volvieron un sueño, un deseo, un anhelo. No solo por el amor y la pasión de jugar, si no porque el ser streamer había sido una meta durante mis primeros años en la universidad. La comunidad, la forma de divertirte con gente que ni conoces, entre otras cosas, era algo llamativo para mí. Aunque, dada mi personalidad algo tímida, nunca pude intentarlo, solo me limitaba a ser un observador.
Este año, para ser más específico en el mes de Diciembre, empecé a stremear, aunque solo llevó dos veces haciéndolo. Dicen que ese camino es complicado, y que tal vez al inicio no te vea casi nadie, pero la perseverancia, la innovación y la personalidad son un factor importante para avanzar y crecer en la comunidad. Espero que esta aventura sea divertida, que pueda conocer gente y que disfruten del contenido que deseo crear.
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