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¡Hola! Espero que todo esté bien por casa. Mi nombre es Alex y tengo una hermana, es muy pequeña y muy graciosa. Les contaré un poco más sobre ella y algunos top moments. Gracias por su tiempo 😊

Ella se llama Angie y siempre ha sido mi cómplice de travesuras y aventuras. Angie nació cuando yo tenía 3 años, así que no recuerdo mucho aquella época. Mi mamá me cuenta que yo quería hacer todo con ella: ayudarla a comer, cuidarla, hacerle dormir, etc. Fuimos creciendo y las clásicas peleas iban apareciendo. Con el tiempo, se juntó más con nuestra prima que es contemporánea con ella, y yo fui creando amistades en la secundaria. 

Cuando ingresé a la universidad, el ambiente entre nosotros era más lejano, ella disfruta más tiempo con sus amigos, y yo con el nuevo mundo que intrigaba mi vida académica. A la vez, la relación de nuestros padres iba empeorando creando un entorno tenso y de desconfianza. Cuando la ruptura se concretó, sentía inseguro y solo. Me sentía  totalmente vulnerable y simplemente busqué cubrir ese vacío.

El tiempo avanzaba y me di cuenta que pasaba lo mismo con mi hermana. Ella se encontraba en la crisis vocacional y se sentía muy confundida. Vi en sus ojos lo fuerte que era al tener que lidiar con sus problemas. Tenía esa cara de querer escapar para poder estar sola en casa. Y esa voz que decía abrázame sin pedirlo con palabras. Los dos estábamos destrozados y cansados por todo, las innumerables mudanzas, gritos, peleas y abandonos. Ya no sabía quién era y qué hacía. Literalmente, me veía reflejado en ella, pero éramos como dos personas desconocidas. 

Poco a poco empezamos hablar. Nos percatamos que teníamos muchas cosas en común; de pronto salíamos de compras un rato o a comer a su restaurante favorito. Éramos dos gotas de agua, teníamos los mismos gustos, similares estilos y fortalezas, pero también, los mismos problemas, tristezas, llantos y debilidades. Sin embargo, ella nunca trató de huir de ellos, ella se quedó para afrontarlos y tal vez solucionarlos. 

Durante muchos años, me hicieron creer que por ser el hermano mayor debía ser el ejemplo para ella, que debía enseñarle aprender de las caídas y saber levantarse. Pues a lo contrario, ella me enseñó a perdonar, a ser humano y a valorar lo que tengo. Ella aún me sigue demostrando lo grandiosa e inteligente que es. Ella sabe que para cualquier consejo siempre estaré ahí, pero lo que no sabe es que al final de la charla yo soy el que aprende de ella. En verdad, cada vez me sorprende con cada ingenio o idea que se le ocurre. Ha creado videos y cuentos con miles de reproducciones y lecturas. Es asombrosamente creativa.

Ahora en cuarentena, nos encontramos mucho mejor, estamos en un lugar nuevo, estable y cómodo, sin problemas ni tristezas. Disfrutamos de nuestro Happy Friday (cuando todo era gris, creamos este día para salir de casa, pasear y comer), tenemos un nuevo miembro en la familia (Michigan, nuestro gato), incluso, hasta tenemos nuestro propio scooter eléctrico (lo compramos luego de trabajar en las vacaciones). La verdad es que no hay momento aburrido en la casa, siempre está acompañado de bailes, cantos, tutoriales de postres o cuidados de la piel, series de Netflix o limpieza total del departamento (sí, de rincón a rincón, somos maniáticos de la limpieza). 

Si bien las cosas ahora andan mejor, aprendimos que luchar con el compañero correcto es mucho más fácil. Ahora estamos preparados para cualquier tormenta jeje. Estamos felices y lo merecemos, eso nada y nadie lo cambiará. Gracias pequeña pandita 🐼

Una canción: Iris de Goo Goo Dolls

Una foto: